28 de noviembre de 2016

Rita Barberá y sobre los vivos y los muertos

Parece que últimamente sólo hablo de política, vaya pó' Dió'!
Pero, Pilar, una amiga bloguera, ha hecho una entrada sobre Rita Barberá y yo estoy como el del chiste que vió una pelea y no sabía si meterse o no meterse...
Mi tesis: aunque ahora se viva en los extremos, las cosas no suelen ser ni muy muy ni tan tan.
Y en qué lado caería esta señora llamada Rita Barberá, no tengo ni idea. Ahora, además, nunca lo sabremos. Ya no hay encausada que encausar. Nunca sabremos si estaba llena de buenas intenciones, pero se la colaron los listos de turno, corruptos, timadores (tal vez, quién sabe, no me atrevo a afirmar ni una cosa ni la contraria), una señora mayor que pecó de ingenua y si me apuras de confiada, y eso es sin duda falta, incluso grave, cuando uno tiene responsabilidad de gestión.
Pero no pecado como para la crucifiquen, digo yo. Si la falta de inteligencia fuera merecedora del mismo, del mismísimo castigo que la pura maldad, en anteriores gobiernos (y en los futuros ocurrirá, sin duda) muchos de los que se libraron de una caerían por la otra (con talante o sin él)... Pero, ¿con la misma pena? ¿y eso sería justo? ¿O sería como ese padre que da sendas bofetadas para acabar con una bronca entre dos hijos que se pelean, sin querer saber quién empezó o quién sólo se defendía?
¿Corrupto, codicioso, vil, o simplemente bobo/boba, pavo/pava?
Lo que dicen últimamente de los medios es cierto, creo: hay mucho periodismo-jauría, al que le va más la crónica de sucesos y el sensacionalismo morboso que la información, y lo llama de “investigación”, cuando es más de correveidile-que-eso-vende (como quieren hacer pasar por debates los cacareos histéricos-histriónicos de programas como "Sálvame"). Lo inventó Randolph Hearst “no dejes que la verdad te estropee una buena noticia”.
Y, sí, también están los que se dejan llevar por sus odios o sus prejuicios y se apuntan en seguida a "meter caña a ésos" porque basta con que uno se “apellide” con las siglas de un partido para considerarle como si siguiera a su nombre otro del tipo "Hijo de Satanás, Bestia del Mal".
Hay periodismo (o debería decir “producto de medios”), que sin ser basura como el que mencionaba hace un segundo, incluso hecho éste por gente inteligente, no se para ni medio segundo a intentar ser objetivo o imparcial. Uno ve El Intermedio de Wyoming y ya sabe que hará toda la sangre que pueda del Partido Popular, venga al caso o no lo haga, porque al parecer para este hombre (ingenioso, con talento), sólo ser del PP es sinónimo de ser miserable o imbécil (o ambas cosas). Así le pasaba también a mi dulce abuela, que le cambiaba la cara como a Selma Hayek en Abierto Hasta El Amanecer con solo azuzarla “ése es rojo, abuela” (en su descargo, que ella “murió” la Guerra Civil, que hubo muerte para repartir entre los dos bandos)....
Y ahora, se mete en un mismo saco a cualquier votante de ... por el solo hecho de ser votante de ... (rellenad con el partido que sea) aunque él particularmente sea una buena persona, razonable, tratable, pero maneje otros datos, otras perspectivas.
Al final no somos ni muy muy ni tan tan distintos.
Podemos no guarda un minuto de silencio... "Ah, asquerosos podemitas", claman algunos, "que no respetan nada, ni al ser humano que ha muerto!...."
Pero luego te enteras que murió Labordeta (gran tipo) y no se hizo minuto, ni segundo, de silencio por él, y ahí hay una justificación razonable a la negativa, aparte de ideologías....
Pero, espera, que luego te enteras que aunque los de Podemos dicen que “no van a ensalzar a un corrupto”, sin embargo no tienen problema en manifiestarse a favor de un cafre de sus filas, el típico vena’o tarugo prepotente, que agredió a otro,...
Y vuelta a la casilla de salida.
Nos faltan datos para juzgar, pero juzgamos igualmente.
Y somos como catetos que no han viajado y creen que sólo lo suyo es lo bueno... no, lo único bueno.
A lo mejor es tiempo de que los de un lado escuchen al otro. Más: que se hagan amigos del otro. Porque el otro no es más que un tú mismo en lugar cambiado. (Y tiene coña que alguien como yo, el de los mil defectos y miserias, acabe hablando de moral-moralina necesaria).
Rita Barberá murió sufriendo sus circunstancias. Y yo no me atrevo a decir que la mató el peso de la culpa siendo culpable o la injusticia de ser perseguida siendo inocente, porque NO TENGO NI IDEA. Se murió un ser humano que ha dejado familia que la llorará, y hasta algún amigo de verdad. Eso merece nuestra pena y nuestro respeto, si no por ella, por los suyos que sí lo sienten.
Tampoco era la madre Teresa de Calcuta, ni todos los que sufren martirio son mártires santos, y alguno habrá del grupo de los chivos expiatorios, o de los que tuvieron la desgracia de estar en el sitio inadecuado en el momento inoportuno, o del batallón de pavos y bobos que se ven envueltos-manchados por esa mierda que salpica a todos (hasta el que no la hizo).
Yo, que fui votante del PP y a lo mejor (nunca se sabe, y yo menos) les vuelva a votar algún día (cuando pueda hacerlo con la conciencia limpia y con orgullo), pensé en su momento que Rita Barberá tenía que renunciar a su acta y si no lo hacía de grado, debían los responsables del partido indicarle la salida, dejarle claro el flaco favor que le hacía a sus ideas, incluso por una pura cuestión de imagen (que es tan importante).
Pero no: ella eligió aferrarse. Y sigo sin saber si con la fuerza de quien se sabe víctima inocente o de corrupta sin ideas. Su elección. Y ahora está muerta y nunca llegaré a saberlo.
Lo que sí sé es que
echo de menos la templanza, el equilibrio, la busqueda de la verdad razonable y mesurada, sin aspavientos, sin excomuniones ni beatificaciones, en todos los que quedan,
exaltados vivos.

11 de noviembre de 2016

Trump, desde otro punto de vista (el de Miguel Rosso)

Unos días después sólo queda asumir que este que al terminar de hablar se queda con la boca abierta, con tic de pijo, es el elegido para gobernar Estados Unidos y en el proceso afectar al mundo entero.
Seamos optimistas: no tiene muy difícil superar las expectativas, porque nunca las ví tan bajas. Por eso, que hiciera un discurso moderado casi tranquilizó a los mercados. Y, quién sabe, a lo mejor el mundo necesita un chala'o en un lado de la mesa negociadora, para forzar la contención en el otro lado, incluso el respeto, con rusos o chinos o... Quién sabe!
A nivel personal, me doy cuenta de mis limitaciones como analista-intérprete del mundo y sus cosas. Por eso, añado ahora la visión de un amigo, Miguel Rosso, sobre este asunto que nos tiene a todos como conejos (un americano diría como ciervos) asomados a una carretera solitaria, congelados en un limbo de susto y asombro.
"¡Qué malo maloso es Donald Trump! No sé cómo los estadounidenses pueden querer votar a alguien que denuncia las consecuencias negativas que para los trabajadores tiene la globalización económica, que ha provocado la pérdida de más de 5 millones de empleos industriales y el cierre de más de 60000 fábricas en EE.UU. No sé cómo pueden querer votar a alguien que quiere establecer medidas para recuperar las ventas de los productos y servicios autóctonos, incentivando a las empresas nacionales. No sé cómo pueden querer votar a alguien que rechaza los recortes neoliberales en la seguridad social y que pretende abaratar los medicamentos y mantener el Medicare y la Social Security. No sé cómo pueden querer votar a alguien que quiere recuperar una ley para separar la banca tradicional de la banca de inversiones para impedir que la primera se meta en inversiones de alto riesgo. No sé cómo pueden querer votar a alguien que asume que, con la deuda actual, EE.UU. no se va a meter ociosamente en más guerras. No sé cómo pueden querer votar a alguien que asume que ser inmigrante no concede carta blanca y supone aceptar responsabilidades en el país de acogida. No, lo mejor sería haber votado a Hillary, que es casualmente la candidata que quieren todos los facinerosos del establishment y de los círculos de poder y cuya mayor promesa es que todo siga igual (de mal) para la gente corriente. Claro, ella era una candidata cabal, no populista como el adversario. Ella habría roto el techo de cristal de las mujeres, por supuesto, si no fuera porque Hillary tiene de mujer lo que Obama de negro o lo que Bertín Osborne de andaluz… Entre Guatemala y Guatepeor, que queréis que os diga, la opción racional de un trabajador era entonar el “Make America great again!”... P.D.: para interés de los “zurdos” y demás gente de mal vivir, este tema, como muchos otros, sirve para distinguir entre “progres” y rojos. Los “progres” son de izquierdas por cuestiones sociales, dejando inalterados los principios del libre mercado y las injusticias económicas, causantes de las desigualdades sociales. Esto de los principios de libre mercado les trae al pairo, es algo en lo que ni siquiera piensan, puesto que normalmente forman parte de una burguesía que, en lo esencial, tiene la vida resuelta. En cambio, los “rojos”, puestos a elegir el mal menor, veían el verdadero horror en Hillary, y no en Trump. Como dijo el gran Julio Anguita, “la progresía es, ni más ni menos, que el sumidero por donde se han ido las ideas de la izquierda. La progresía es quedarse en la reforma de una serie de aspectos sociales, como los matrimonios homosexuales o las medidas de discriminación positiva de la mujer, mientras que se deja intacta una realidad económica injusta".

9 de noviembre de 2016

Trump, Supergirl, lo políticamente correcto y la realidad apocalíptica

Estoy intentando digerir los resultados de las elecciones americanas. No los esperaba. Temerlos, sí, pero no quería creer que fuera posible. Una vez más, me he equivocado. Como el que niega la inevitabilidad de la Ley de Murphy, o simplemente como el que niega una realidad que no le entusiasma afrontar.
Así que este comentario es un intento de razonar a posteriori qué ha fallado en mi juicio, en mi concepción del mundo.
Una vez más quiero (y como yo, muchos)... desearía... que las cosas fueran de otra manera. Pero no. Las cosas son como son: España, por ejemplo, está poblada de personas que siguen con interés fanático Gran Hermano o Sálvame; Cataluña, llena de gente que desea librarse de sus lazos con el resto de nosotros como si fuéramos unos abusones-maltratadores-prejuiciosos y ajenos, qué pena más gorda; y en Estados Unidos, no es que triunfe Donald Trump, es que hay millones de personas que piensan que Trump les representa, que se identifican con él.
No diré yo lo que han estado diciendo desde distintos medios famosos y famosas, como aquella retahíla abisal de insultos que le dedicaba De Niro al hoy nuevo presi americano o las burlas y desprecios que le han dedicado la mayoría de los presentadores de los Late Show americanos (Jon Stewart, Trevor Noah,etc , por citar algunos ejemplos al azar).- Me impresionó por ejemplo, aparte del despliegue de capacidad que mostraba, la lista de Seth Meyers,  aquí a partir del minuto 6:20





La única explicación que se me ocurre para el triunfo de alguien que acumula semejante colección de lindezas en su haber es EL REBOTE EXTREMO.
Vivimos la revolución de la reacción. Triunfa el anti-lo anterior (triunfa el populismo). Y con razón, porque lo que teníamos nos ha fallado, estamos convencidos de que nos han engañado, nos han traicionado.
Estamos hasta los mismísimos de que nos mientan, del poder que abusa, de los que niegan la mayor, la lían parda y ni siquiera reconocen errores, sino que se escudan en secretos, mentiras, chanchullos, trampas.... Estamos hasta los webs y más allá. Hasta las gónadas, de corrupción, de injusticia, de politiqueos hipócritas y falsos. No sólo en Dinamarca huele a podrido. Al parecer está pasando en todo el mundo.
Frente a un Trump que se comporta como un energúmeno, tenemos una Clinton a la que muchos suponen innenarrablemente codiciosa, voraz, egoísta, encubridora de lo que sea con tal de pillar cacho, pillar Poderrrrrrrrrrrrrrr,....

No hay bien y mal, sino mal y peor. Pero al menos Trump dice, aseguran sus votantes, "las cosas claras". Y es que hemos vivido sumergidos en propaganda, éste es nuestro siglo, sometidos a mil y una doctrinas fundamentalistas políticamente correctas (que aparecen fundamentalmente injustas y exageradas, o forzadas sobre nuestra resistencia a los cambios... y por quienes no vemos clara y positivamente como guías moralmente superiores).
Trump llega entonces apelando no sólo a nuestro demonio interior (que ahí está, dando por retambufen), al ése que está tan lleno de prejuicios como él mismo se manifiesta, sino a esa parte de nuestra lógica que nos advierte de la radicalización de los supuestamente buenos, de los autoproclamados mejores, moral o políticamente superiores. Esos que nos miran por encima del hombro, que nos examinan antes de darnos su aprobación (la justita, oye, pero que no nos creamos gran cosa tampoco!...)
No hay moderación en muchas de las consignas políticamente correctas (género, multiculturalidad, animalismo...), así que tampoco las hay en la respuesta anti-whatever, anti el sistema de creencias y dogmas que manejan.
Hasta los huevos de estar eternamente preocupados por el que dirán o por cómo decir (cuando nos toque el turno), se alzan ahora voces que "hablan claro" incluso aunque eso signifique hablar en la lengua de bárbaros, bestias y salvajes.
Ah!, a río revuelto, ganancia de pescadores populistas. De gente que no tiene pelos en la lengua, ...Ni papilas gustativas, ya puestos, para apreciar diferencias, discriminar, controlar lo que se puede y lo que no se puede decir. Se admira al que resiste el mainstream, el bombardeo mediática interesado.
Se admira a alguien tan poco digno de admiración como Trump....
¡Qué sabio aquel aforismo: "otros vendrán, que bueno lo harán"... !¿Y quién nos iba a decir que podía llegar algo peor que Bush hijo o que la propia candidata rapaz, Clinton?
Pues aquí está.


SEGUNDA PARTE
El otro día suspiraba después de ver el último capítulo de Supergirl. Sentía lástima por mí mismo, público cautivo de toda creación relacionada con los comics y los superhéroes, porque estas nuevas líneas de WB para los comics de DC -Arrow, Flash, Supergirl-, tienen guiones pepepé: pobres, pueriles, patateros... Qué pena!, me decía, mientras veía argumentos que sólo podrían convencer a quien no tenga ningún criterio, un niño realmente pequeño.
Sí, vuelan o corren o saltan heróicamente. Si, hay efectos especiales. Pero dónde están las buenas historias, las que tienen tensión y no mera estampa?
Supergirl parece especializarse incluso en niñas, más que en niños, y la veía en una promo rodeada efectivamente de chiquitillas enfervorizadas en cosplay, toda(s) sonriente(s).

Esta Supergirl es asombrosamente más Disney que los Marvel propiedad de Disney, Daredevil o Jessica Jones...

Pero de pronto he caído en la cuenta de que Disney (o su equivalente) es necesario para la vida.
Es necesaria la esperanza del inocente, la visión rosa aunque sea ñoña y pueril, la ilusión moral aunque a ratos sea moralina más que moraleja,...
Necesitamos épica de héroes, necesitamos modelos del Bien que intenten ser amables, bondadosos, preocupados por los demás.... Un dibujo churrero mejor que ningún dibujo.
Frente a los Trump o los Luthor del mundo, necesitamos creer en algo mejor, en el esfuerzo por hacer el Bien.
Así que, caquita literaria o no, Supergirl hace una función social, un deseo de aspirar a la paz, la justicia, la bondad, la comunidad, que ahora mismo es tan necesario.
Especialmente cuando hay quien cree que la III Guerra Mundial podría estar preparándose a la vuelta de la esquina.

5 de noviembre de 2016

Una portada para un libro de enseñanza de español que no existe, : )

Tengo una asignatura q se llama L2 (enseñanza de español como lengua extranjera). Tengo que hacer, con un grupo, una unidad didáctica. Como vivo muy aburrío, me he entretenido fabricando esta portada para nuestro futuro curro, q nadie me ha pedido, jajajaja.
Borgo, estoy abierto a tus críticas y comentarios, no te cortes, :   )
En mi descargo q hace tiempo que no diseñaba una mierda (y no he puesto líneas de doblaje ni la sangre, ni ná... aunq evidentemente se dobla x la mitad, dina3 el total, 2 dina 4 portada y contraportada)
Las imágenes, cogidas de Internet. El título, el subtítulo y el diseño de vuestro amigo y vecino rafarrojas.